Mayo es el mejor mes del año para apagar los incendios del verano con las recomendaciones que promoverá el Cabildo de Gran Canaria, básicamente limpiar de maleza los 15 metros adyacentes a las viviendas, no realizar quemas los meses más calurosos y extremar la precaución en el uso de maquinaria que genera chispas.
Se trata de las tres principales acciones que debe realizar la ciudadanía tanto para prevenir los incendios forestales como para impedir que afecten a las casas cuando se producen, y sumarse así a las acciones que realiza la Consejería de Medio Ambiente durante todo el invierno.
Por ello, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, presentaron hoy la campaña que realizará la Institución durante el mes de mayo, instaurado como el mes de la prevención para concienciar a la población de la necesidad de tomar estas medidas, que van dirigidas a la población rural, mientras que a la población general se le trasladará la necesidad de reducir las conductas de riesgo porque la mayoría de los incendios se inician por imprudencias.
Así, la campaña “Convivir con el fuego” se desarrollará en las denominadas Zonas de Alto Riesgo de Incendios Forestales (ZARI), donde se impartirán sesenta charlas distribuidas entre los municipios de San Mateo, Tejeda y Artenara, entre otros. Asimismo, se distribuirán trípticos y carteles y se difundirán recomendaciones a través de las redes del Cabildo y sus perfiles de Medio Ambiente.
Y es que los días que se juntan sequedad, calor y aire, y se abre la temida ventana de gran incendio forestal (GIF), los fuegos se expanden con una inmediatez apabullante y arrasan hectáreas en muy poco tiempo con daños que duran décadas, subrayó Morales, quien apuntó que el abandono del campo ha incrementado los riesgos.
Miguel Ángel Rodríguez recordó que este jueves se celebra el Día del Combatiente de Fuegos Forestales y el mejor homenaje es tomar las medidas necesarias para que no se jueguen la vida y se produzcan fatalidades como el fallecimiento el pasado año de Francisco Santana en La Palma.
Comprar papas y queso también es prevención de fuegos
El ingeniero analista de incendios forestales del Cabildo de Gran Canaria Dídac Díaz explicó que el paisaje en mosaico es el mejor preparado contra el fuego porque los cultivos actúan como cortafuegos. Además, el pastoreo también reduce la masa vegetal, por eso comprar papas y queso de la tierra también es prevenir los fuegos forestales.
El pastoreo es precisamente una de las líneas de prevención emprendidas por Medio Ambiente en su colaboración con medio centenar de ganaderos para que sus rebaños pastoreen en 35 barrancos de Gran Canaria y sus cañaverales.
Entre las medidas que ejecuta todo el año el Cabildo destacan las barreras verdes con la repoblación de laurisilva, verde, húmeda y resistente, así como las quemas prescritas, una técnica que ejecutan los equipos presa y en la que Gran Canaria es pionera, tanto que instruye a la Unidad Militar de Emergencias.
No hay que pedir permiso para limpiar los entornos de las casas
La principal duda que surge en el momento de limpiar los entornos de las casas es si hay que pedir permiso. No hay que solicitarlo, si bien ante un árbol que genere duda la población puede preguntar en su ayuntamiento o en el Cabildo, si bien se concederá autorización porque la seguridad es lo primero.
Por todo ello, hay que aprovechar mayo y junio para quemar esos restos de poda de los entornos de la vivienda, ya que a partir de julio está prohibido y, aunque el uso de maquinaria no está prohibido, sí es necesario tomar medidas de precaución e incluso solicitar la asistencia del Cabildo si fuera necesario porque las 3.000 chispas por segundo que emiten se convierten en un incendio forestal en un abrir y cerrar de ojos sin dejar margen de actuación.
No hay que perder de vista que el agua hierve a cien grados y los fuegos pueden llegar a 700 y 900, de modo que los utensilios caseros no son medios suficientes, de la creencia de que la situación está bajo control nacen muchas de las negligencias que se convierten en fuegos.