Los Reyes Felipe y Letizia han podido conocer este lunes 'in situ' los daños del incendio que afectó a Gran Canaria el pasado mes de agosto, lo que ha provocado en Felipe VI una "impresión muy fuerte", según ha declarado a los medios de comunicación.
"Realmente una impresión muy fuerte ver 'in situ' esta tragedia. Da idea de lo que han sufrido los vecinos y los momentos de angustia y de perderlo todo" que han vivido, aseveró el monarca.
En este sentido, Felipe VI puso en valor "la labor de todos los servicios e instituciones que han participado" en las labores de extinción y que, aseveró, ayudaron "a minimizar los daños, dentro de que ha supuesto "una catástrofe económica, medioambiental y para la vida normal" de los ciudadanos.
Además, explicó las conversaciones que pudo tener con los vecinos: "Nos han transmitido lo que han vivido, la angustia de salir adelante y que están pendientes de todas las medidas que se están aprobando para atender las necesidades desde todas las administraciones".
Lamentó la "imposibilidad" de poder saludar a los 1.200 profesionales que lucharon contra las llamas, aunque sí pudo tener unas breves palabras con sus mandos, a los que transmitió su "reconocimiento", especialmente destacando la "complicación" de afrontar el fuego en las condiciones en las que se produjo.
Felipe VI hizo especial hincapié en las complejidad logística, por el terreno, así como por las condiciones medioambientales que acompañaron de manera muy singular los primeros días.
Así, tras sobrevolar la zona afecta en helicóptero, los Reyes han acudido al mirador de la Degollada de La Paloma, punto intermedio entre Valleseco y Tejeda, donde se han entrevistado con vecinos afectados y personal que trabajó para sofocar las llamas.
En este punto, Letizia mostró su preocupación por el estado de los municipios afectados y sus vecinos. Junto con la ministra de Economía, Nadia Calviño; el presidente canario, Ángel Víctor Torres; el presidente del Cabildo, Antonio Morales, y los alcaldes de Tejeda y Valleseco, Francisco Perera y Dámaso Arencibia, respectivamente, los monarcas han transmitido su apoyo a los ciudadanos de estas localidades y han escuchado sus testimonios.