jueves, 20 de octubre de 2016

Tejeda entre los firmantes de la “Declaración Risco Caído”, esencial para ser Patrimonio de la Humanidad

Más de 40 cargos electos del Cabildo de Gran Canaria, y los Ayuntamientos de Artenara, Tejeda, Agaete y Gáldar firmaron ayer la “Declaración Risco Caído”, una prueba de apoyo local único en los expedientes de la Unesco, que considera fundamental el respaldo de la población más afectada y las corporaciones locales para declarar un enclave como Patrimonio de la Humanidad.

En un acto de adhesión celebrado ante la colosal caldera de Tejeda, y en el emblemático Parador Cruz de Tejeda, el documento fue rubricado por el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, quien reiteró la inquebrantable apuesta de la Institución insular por esta iniciativa que pone en valor el paisaje que Unamuno definió como “tempestad petrificada”, así como por los alcaldes Roberto García, Francisco Perera, Juan Ramón Martín y Teodoro Sosa, además de cargos de los grupos políticos de las cinco instituciones porque se trata de una propuesta de toda la ciudadanía grancanaria.

Un camino que el inspector insular de Patrimonio Histórico José de León recordó que comenzó con un descubrimiento fortuito que ha dado pasos de gigante en solo cuatro años, ya que desde que su descubridor, Julio Cuenca, se percató de que aquella cueva usada por pastores que estaba casi cayéndose albergaba en realidad un misterioso calendario lunar y solar que marcaba con exactitud los equinoccios y solsticios, hasta la actualidad, se ha logrado no solo ejecutar trabajos para su conservación, sino ampliar el área del expediente e introducirlo en la Lista Indicativa Nacional, paso previo para su declaración como Patrimonio Mundial por la Unesco.

En estos cuatro años se ha avanzado también en los descubrimientos científicos de este templo arqueoastronómico que, por si fuera poco, además es un proyector audiovisual por el que los aborígenes legaron imágenes en movimiento, ya que el orificio por el que entra la luz del sol desde marzo hasta octubre, y después la luna, sirve para relatar una historia a través del recorrido que hace la luz por los grabados de la pared.

En definitiva, una auténtica joya arqueoastronómica “sin parangón en las 100.000 islas del planeta”, elogió Morales, ya que el hecho de que este templo se encuentre en una isla lo hace aún más valioso porque representa la odisea de una población que desarrolló entre cielo y tierra una identidad propia, subrayó el consejero de Cultura, Carlos Ruíz, al dar lectura a la “Declaración Risco Caído”.

En el siguiente enlace tienen acceso al: DOCUMENTO DECLARACIÓN RISCO CAIDO